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Pasan los productos, quedan los valores.

Adox, es una compañía que empezó a posicionarse fuerte como una empresa de desarrollos tecnológicos.

En tiempos de cambios vertiginosos, para las empresas es fundamental entender las nuevas dinámicas de mercado, aceptar que quizás donde ayer había un paradigma hoy solo quede un recuerdo. ¿Qué sucede cuando una empresa decide adaptarse a un nuevo escenario económico, a nuevas modalidades de mercado? Depende de su flexibilidad y rapidez de reflejos para poder percibir de antemano el nuevo panorama, y cuanto antes lo vea ¡mejor! Tal es el caso de Adox, una compañía que a raíz de la nueva escena económica decidió adaptarse a los cambios enfrentándolos. Esta empresa es una desarrolladora de innovación, y tiene la particularidad de que la variedad de productos y servicios que ofrece es tan amplia que cuesta definirlos dentro de un mismo rubro.

Al modificar su estrategia comercial se vio obligada a preguntarse “qué vendemos y a quién”. La respuesta, automática, fue el armado de una eficiente lista de productos categorizadas según el mercado al que apunta cada uno. Pero si partimos del principio de que Adox innova en casi todas las áreas y permanentemente incorpora nuevos rubros, ¿dónde encontrar algo de seguridad para definir la oferta bajo un mismo paraguas contenedor? Si solo vemos variedad en la oferta ¿cuál sería la constante que aglutine el universo de productos que desarrolla la compañía?

Ante estos interrogantes fue fundamental implementar un método de trabajo que provea una mirada distinta, holística y a su vez estratégica para definir su situación actual, y que mediante una visión prospectiva sirva para delinear el futuro escenario.

Haciéndose la pregunta de qué es lo inamovible y permanente, finalmente surgieron los Valores Corporativos:

“Sí, lo que era invisible allí estaba.”

Los valores son resultantes de una convicción sostenida en el tiempo desde los ámbitos de liderazgo y que se termina arraigando en forma de cultura. Surge de saber quiénes somos, qué hacemos y hacia dónde vamos. Si estos valores se comunican permanentemente puertas adentro generando convicción, la propagación hacia el afuera se vuelve natural. La clave para una comunicación honesta y efectiva de los valores corporativos se encuentra en la convicción de cada una de las partes involucradas de embeberse en ellos para que les resulten propios.

Junto con un minucioso plan de acción, Adox ahora cuenta con una método que le sirve para seguir desarrollando innovación en sus nuevos productos sin temor a dejar de ser quienes son.

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Publicado en Consultoría en Diseño Estratégico